La cultura está íntimamente relacionada con lo más valioso del ser humano, representa el conjunto de la experiencia humana. Sin ella nos convertiríamos en una sociedad empobrecida, con menos capacidad de reflexión, con menos conciencia crítica, la cultura sin duda nos hace más libres.
Para lograr hacer de las prácticas culturales un derecho real, percibido y asumido por la ciudadanía, y convertir las políticas culturales en una herramienta esencial para la profundización democrática, la cultura ha de llegar a ser uno de los sectores estratégicos de los gobiernos y los paises.
Por otro lado la cultura genera riqueza y empleo y está vinculada a otros sectores productivos.
Siendo así es lógico que necesite una atención preferente como sector económico, siempre teniendo en cuenta que la cultura también tiene una dimensión inmaterial.
En la Comunidad de Madrid la cultura representa el 5% del PIB,igual que en todo el Estado Español,pues en nuestra Comunidad se encuentran la mayor parte de las industrias culturales,esto significa que la cultura genera casi un millón de puestos de trabajo.
Esperanza Aguirre anunció ayer la supresión de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid, dentro de las medidas de “ahorro y austeridad” frente a la crisis.
Como han destacado los medios de comunicación, el hasta hoy responsable de la triple consejería, Santiago Fisas, pasa a engrosar las filas de la candidatura del PP al Parlamento Europeo, por lo que debía dejar el cargo en cualquier caso.
Un cargo que se ha visto “sobrecargado” a partir de febrero pasado, con la inclusión de Deportes en su consejería, tras la dimisión de Alberto López Viejo, por su implicación en el caso Gurtel.
Parece que la única medida de ahorro, de esta decisión, es el sueldo del Sr Fisass
Al margen de los sentimientos encontrados que le produzca a la presidenta la cultura desde su época de ministra de la misma, no se puede dejar de señalar lo inaudito de su decisión en el conjunto de los países de nuestra área, que consideran las industrias culturales como uno de los sectores más vivos, sanos económicamente y llenos de potencialidad cara a la recuperación de la crisis.
Pero ya sabemos que, para el PP, los hombres y mujeres de la cultura son –somos- “titiriteros”, “pancarteros”,etc.
La cultura junto a la consolidación de los servicios del bienestar social ,las energías renovables y la innovación, es un sector clave en la generación de riqueza y de puestos de trabajo cualificados y estables.
Es decir, en la salida de la crisis. Y los datos en este sentido son apabullantes.
La acumulación de Cultura y Deportes –juntos tras la dimisión preventiva de López Viejo- se hace, además, en un momento dulce, pero nada casual del deporte español, y justo cuando Madrid defiende su candidatura a las olimpiadas de 2016.
El tema olímpico no es estrictamente municipal, como demuestra la actividad y dedicación de las más altas instancias del Estado.
¿La Comunidad de Madrid puede prescindir, justo ahora, de una Consejería que se ocupe de la cultura y el deporte? No, claro que no.
Salvo si lo único que interesa es el viejo, fracasado y ruinoso modelo económico y político del ladrillo.
Que, junto con la especulación financiera, es el que nos ha llevado a la crisis.
La asunción de Cultura y deportes por parte del vicepresidente Ignacio González, no tiene nada qué ver con la austeridad, la dimisión del titular de deportes la conocimos hace pocos meses, y sus razones tenía.
El cese de Fisas es su pasaporte a Europa.
El fortalecimiento de Ignacio González tiene más qué ver con la todavía no aclarada trama de espionaje.